Hermes, el mensajero de los dioses


De todas las divinidades de la mitología griega, Hermes es una de las más complejas y llena de despuntes. Este dios es el protector de: el comercio (intercambio de una cosa, recibiendo algo de interés a cambio), el robo (intercambio forzoso de algo, sin recibir nada a cambio), los mensajes (intercambio de información, comunicación), los sueños (Hobson (2000) los describe como una realidad despierta, porque la actividad que se experimenta durante el sueño se caracteriza por una imaginación sensomotora vivida) y las puertas (el límite entre un lugar y otro). Hermes también es el dios psicopompos (proveniente del griego ψυχοπομπóς (psychopompós) que se compone de psyche, "alma", y pompós, "el que guía o conduce".), es decir es encargado de coleccionar y guiar a las almas hacia el inframundo.




Sus características principales son:

 




Su casco                       








Sus sandalias            











 Su símbolo, el caduceo.  






Debido a lo antes mencionado este es el dios más veloz y funciona como medio de comunicación entre el mundo de los mortales y el de los dioses. Obedece al padre de todos los dioses Zeus y va donde este le dicte, a dar su mensaje.

Nacimiento e Infancia

Este dios fue concebido por Zeus, el gobernador del Olimpo, y Maya; una de las hijas del enorme Atlas (joven titán al que Zeus condenó mantener la tierra separada del cielo por toda la eternidad). Hermes nació en una cueva en el Monte Cilene, en Arcadia.
 
Hermes desde muy temprana edad demostró su habilidad para trasladarse, ya que a los pocos días de su engendro se escapaba de su cuna para caminar por los campos de Cilene.









Descendencia
Hermes, como casi todos los dioses, fue fecundo y tuvo múltiples hijos con múltiples amantes. Entre ellos el más destacado:



Hermafrodito: Hijo de, como su nombre lo indica, Hermes y Afrodita. Él era un joven fino y hermoso, sin embargo, sentía un desinterés por las féminas.
La ninfa Salmacis vivía enamorada de él y en repetidas ocasiones lo persiguió y acosó, sin atención alguna por parte de Hermafrodito. Salmacis, en su obsesión, pidió a los dioses nunca separarlo de ella, a lo que atendieron con eficacia y los unieron a ambos, naciendo así un solo ser con rasgos tanto masculinos y como femeninos.

 

Hermes en la actualidad
Aun hoy en día se sigue utilizando su arma, el caduceo, como símbolo de la medicina.

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